Visto desde España, este año 2010 que está a punto de terminar ha sido desastroso. Las continuas especulaciones sobre la posibilidad de que el país termine como Grecia e Irlanda y se vea forzado a pedir su rescate han lastrado todos los activos nacionales. La prima de riesgo de la deuda soberana se ha disparado hasta superar los 300 puntos a principios de diciembre -la pasada semana escaló hasta el 5,49%-, lo que ha obligado al Tesoro a pagar por los bonos a diez años el 5,48%, un máximo desde 1997, en la última subasta. El Ibex-35, a falta de cuatro sesiones para el cierre, acumula una pérdida del 15,35%%, lo que le convierte en el peor índice de toda Europa. Los bancos han resultado especialmente castigados por las dudas sobre su solvencia y a pesar de que, sobre todo los dos grandes, Santander y BBVA, obtienen buena parte de sus beneficios en el exterior.
Allende las fronteras, la percepción del ejercicio es muy diferente, mucho más positiva. Sin salir de la zona euro, la Bolsa alemana gana un 18,47% mientras que en el caso de las economías emergentes hace tiempo que no se habla de crisis sino de una eventual 'burbuja' por el espectacular tirón que han experimentado. Las materias primas también se han revalorizado con fuerza impulsadas por la recuperación. En renta fija, la deuda soberana de Alemania y EE UU ha dado algún susto en la recta final del año al repuntar los tipos de interés, pero la corporativa ha arrojado muy buenos resultados.
Estas divergencias llevan a una clara conclusión que debe guiar la inversión durante el próximo ejercicio: no se pueden poner todos los huevos en la misma cesta, hay que diversificar. «Aquí en Euskadi sigue habiendo patrimonios volcados en el BBVA (-38,65% en el año) e Iberdrola (-11,27%) por una tradición tan arraigada como la de ser del Athletic y del Igualatorio», apunta con ironía un asesor. «Muchos inversores siguen teniendo el 80% de sus ahorros expuestos al mercado nacional», corrobora otro. Expertos de diferentes gestoras exponen a continuación las claves para el ejercicio que comienza.
¿Hay que huir de España en 2011?
Si bien ninguno de los analistas consultados considera que España vaya a necesitar ser rescatada, no hay consenso sobre si es recomendable entrar en este mercado. Todos ellos opinan que la deuda soberana, con una rentabilidad cercana al 5,5% a diez años, se ha convertido en una buena oportunidad, pero no exenta de riesgo. Para ganar con este activo haría falta que se relajase la prima de riesgo al despejarse la incertidumbre sobre una eventual intervención. A este respecto, tanto Consulnor como Norbolsa no dudan en aconsejar mucha cautela en la primera parte del ejercicio porque «se mantendrá la volatilidad debido a la crisis de confianza y la necesidad de fuertes emisiones». Mercagentes, sin embargo, apuesta claramente por los activos nacionales, en especial por la Bolsa. «Hay valores en el Ibex-35 muy atractivos que han sufrido un castigo excesivo. Es el caso de BBVA, Santander y Telefónica, que encima se pueden considerar como una inversión en emergentes por su alto grado de diversificación. También nos gustan Iberdrola, Endesa, Tubos Reunidos y Tubacex», apunta esta firma. Inversis también sostiene que «a los precios actuales, el Ibex es una opción interesante»
¿Renta fija o variable?
Respuesta unánime: variable. Lo cual significa dar un mayor peso a las acciones en las carteras pero sin dejar de lado los bonos. Siempre hay que diversificar. La razón para infraponderar la renta fija es que ya no se le ve tanto recorrido después de haber actuado de refugio en estos años de tormenta financiera. «Además puede llegar a aparecer la inflación con lo que, en todo caso, se desaconseja la inversión a largo plazo. Mejor duraciones medias», dicen en Fineco, que también son de los que ven una buena oportunidad en los «bonos soberanos de España e Italia». En cuanto a la deuda corporativa, Norbolsa cree que «2011 no será un mal ejercicio, aunque nada que ver con los rendimientos récord de 2009 y 2010».
¿Por qué las acciones ofrecen mejores perspectivas?
Los responsables de N+1 SYZ exponen los motivos por los que la renta variable es más atractiva: «Aunque desigual por áreas geográficas, la recuperación económica se consolida; la Reserva Federal y el BCE van a mantener una política de bajos tipos de interés; los beneficios empresariales crecen más de lo previsto; en valoración, se puede decir que está muy barata, a niveles de hace 10 años en algunos casos; y, por último, en cuanto descienda la aversión al riesgo, habrá un flujo masivo desde la renta fija a la variable». Fineco añade otra razón de peso: «no hay forma de acertar con el momento exacto para entrar pero el coste de quedarse fuera en etapas clave es muy alto; así la rentabilidad obtenida por un inversor que hubiese apostado por el S&P 500 entre 1988 y 2000 hubiese pasado de un 8,6% positivo a un 1,5% negativo si se hubiese perdido los 40 mejores días de ese índice».
En Bolsa, ¿por qué áreas geográficas hay que decantarse?
Así como la inversión en España suscita opiniones encontradas, todos coinciden en destacar el atractivo de Europa, en especial de las economías fuertes de la zona euro como Alemania. No obstante, también se aconseja cierta exposición a Estados Unidos, aunque sin perder de vista la evolución del dólar y la guerra de divisas. Otro de los consejos unánimes es apostar por compañías con presencia en los mercados emergentes para aprovechar su crecimiento. «Existe el temor a que ya estén caros debido a la revalorización que han experimentado y por esa razón es preferible aprovechar su tirón a través de empresas europeas o norteamericanas», resumen en Consulnor. En Inversis también se decantan por esta opción, aunque tampoco les parece mal «tomar posiciones en activos del sudeste asiático, ya sea a través de fondos como Templeton Asian Growth o ETFs».
¿Qué sectores?
Los analistas apuestan por los sectores que permiten aprovechar el ciclo de recuperación económica. Entre sus favoritos figuran los valores industriales, consumo cíclico, petroleras, materias primas y tecnológicas. Son más negativos respecto a eléctricas y financieras. Inversis cree que «telecomunicaciones y banca tendrán su momento, pero aún es pronto». Consulnor recomienda infraponderar los bancos españoles y las farmacéuticas